Article in Utuado de Hoy November 2010:: HISTORIA UTUADEÑA: Don Buenaventura Roig Cruz
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Utuado, en los últimos meses ha experimentado un renacer literario y artístico gracias a la ayuda de varias personas claves que se han dado a la tarea de resaltar lo que Utuado es en esencia. También personas de todas las edades han unido fuerzas para rescatar nuestra historia: como gente y como pueblo.
La Asociación por la Historia de Utuado se ha creado para, precisamente rescatar nuestro pasado. Esta asociación, que se reúne mensualmente en diferentes lugares de Utuado, busca Y dar a conocer la historia de Utuado y su gente.
Entre sus descubrimientos, se encuentran una serie de fotos históricas jamás vistas públicamente y que tal vez, como se habló brevemente, entre los que apoyamos y nos interesa este tipo de actividad, podamos hacer una exposición de fotos históricas de nuestro pueblo.
En estos días, la Asociación por la Historia de Utuado, entre las fotos que descubrió está la de Don Buenaventura Roig Cruz.
Don Buenaventura Roig Cruz, fue alcalde de Utuado en tres ocasiones diferentes. Estuvo activo en el Partido Unión y dentro de ese partido fue miembro del bando Cuetista y al morir el Dr. Adrián Cueto es seleccionado por amplia mayoría para que tomara la presidencia de esa facción política. En 1914 se postula para alcalde y resulta elegido cómodamente.¹
Don Buenaventura Roig Cruz se destacó como comerciante, agricultor y político. En su administración se destacó por su gran administración política. Las veces que no era miembro electo de sus partidos (en 1924 organiza el Partido Alianza Puertorriqueña), sirvió como miembro del gabinete municipal y como director de campaña de sus candidatos.
Según nos explica Howard Esko, descendiente de Don Buenaventura; “La tumba de Buenaventura Roig no fue encontrada porque cuando llegaron al cementerio no cupo el ataúd en su cripta y lo metieron en el panteón de Simplicio Colón que fue su mejor amigo.”
He aquí una foto en la que aparece Don Buenaventura Roig Cruz. Esta foto la puede disfrutar el pueblo de Utuado, a través de UtuadoHoy.com gracias a los esfuerzos de la Asociación Por la Historia de Utuado y a Howard Esko que nos permitió publicarla.
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Saludos Howard, un placer poder comunicarme contigo, me encanta conocer descendientes de los personajes a quienes estudio.
Primero que todo me queria disculpar por no contestarte con anterioridad, pues me di cuenta ahora de tu mensaje ya que por alguna razon se encontraba en correo no deseado.
En verdad que tienes muchas preguntas sobre Buenaventura, nunca nadie me habia hecho tantas. jajaja. Espero contestarte por lo menos la mayoria.
Bueno, vamos por partes.
Buenaventura entro a la politica como concejal (asambleista municipal) a mediados de 1912 para ocupar una vacante por el Partido Union, el cual estaba controlado por los cuetistas (un grupo del partido).
En 1914, tras la muerte del lider cuetista Dr. Cueto, Roig se convierte en la nueva cabeza del grupo y se lanza como candidato a alcalde por el Partido Cuetista.
Esta colectividad es un partido independiente que se creo a raiz de la expulsion de los cuetistas por el Partido Union.
Finalmente Roig gana la alcaldia convirtiendose asi en el segundo alcalde en la Isla en ganar unas elecciones bajo un partido independiente.
Esto quiere decir que Roig fue alcalde del 1915 al 1920.
Su incumbencia, al igual que todos los alcaldes de Puerto Rico, duro seis anos debido a la implantacion de la Ley Jones en 1917.
Como parentesis quiero destacar que el conflicto entre los cuetistas y lopiztas (el otro grupo del Partido Union) fue sumamente intenso y violento.
En el 1912 como 300 lopiztas intentaron matar a Dr. Cueto, y entre ellos se encontraba Jose Roig Cruz, hermano de Buenaventura y por tanto tu tio abuelo.
Jose Roig fue a corte por el incidente pero no cumplio carcel. Por ultimo no podria hablarte de los terminos como alcalde de Buenaventura despues del veinte ya que mi investigacion llega hasta ese ano.
Lo unico que se sobre Roig despues del veinte es lo que se dice en el libro de Francisco Ramos y de Pedro Hernandez Paralitici.
En cuanto su ideologia personal no podria decirte mucho, pero los cuetistas eran de tendencias liberales en donde se promovia el nuevo auge de la industria del azucar, y todas las ideas de vanguardia que creaban capital para el municipio.
Ademas, en ocasiones se promovia el protestantismo. O sea, estaban relativamente a favor de las nuevas ideas que se habian introducido en la Isla tras la ocupacion estadounidense.
Por otro lado, no se si existen documentos firmados por el, pero me imagino que si, solo habria que buscar en el Archivo General de Puerto Rico en el viejo San Juan en donde se encuentran los documentos de epoca de Utuado.
No sabria decirte sobre sus logros sobresalientes, mi investigacion esta mas enfocada en los hechos politicos que economicos.
Ademas, me falta investigar sobre los eventos del 1918 y 19. Pero podria decirte que Roig fue una de las personas que unio nuevamente a los lopiztas y cuetistas.
Aparte de esto, sus primeros anos en la alcaldia estuvieron marcados por la deficiencia en el hospital y en especial en las carreteras.
Aunque, en el 1917 construye un nuevo hospital municipal.
Se me olvido decirte que fue el primer jefe de bomberos en Utuado. En diversos textos se afirma que el establecio la primera estacion de bomberos, pero segun mi investigacion se coloca a Dr. Cueto con tal honor. Aunque puede ser probable que fue un proyecto en conjunto.
Sobre algun libro que hable expresamente de el no conozco ninguno. Como bien dices, solamente se habla sobre Jose Colomer y Comas, Buenaventura Roig y Jose Roig Colomer.
No se si conoces el libro de Pico llamado Al filo del poder, en donde hay un articulo llamado “Elite socioeconomica y poder politico en Utuado”. El mismo recoge la politica del siglo 18 y 19, y se habla mucho sobre tus abuelos.
No conozco fotos sobre Roig, pero para conocer mas sobre tus antepasados habria que buscar en el archivo general que te mencione, y en un archivo de Pico, en donde se recoge todos los documentos notariales de muchos utuadenos en el siglo 19. Hace como tres anos hice una pequena investigacion sobre los Roig en Utuado.
Te adjunto la investigacion para que veas algunas cosas sobre tu familia. Debo de confesarte que a mi siempre me ha apasionado la historia de los Roig.
Recuerda que te envio el ensayo en confidencia, no lo compartas con nadie ya que es producto de arduo trabajo y me gustaria utilizar algun dia parte de el para publicar una serie de ensayos sobre historia de Utuado.
Espero haber contestado tus preguntas, cualquier duda, comentario o pregunta siempre a la orden.
Saludos, Edgardo
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El mar, 2/22/11, Howard Esko <howard.esko@skybest.com> escribió:
De: Howard Esko <howard.esko@skybest.com>
Asunto: Buenaventura Roig Cruz
A: er_hbk@yahoo.com
Fecha: martes, 22 de febrero de 2011, 08:36 pm
Hola Edgardo. Iván Collazo hijo me dio tu dirección de correo electrónico.
Soy nieto de Buenaventura Roig Cruz. Me cuenta Iván que estas terminando tu tesis sobre la historia política del pueblo de Utuado de principios del siglo 20.
Nunca conocí a mi abuelo ya que murió antes de yo nacer en el 1944. Tengo par de cartas que el le escribió a mi madre al final de los anos treinta y el libro del bicentenario en donde aparece la foto de el en ocasión que fue alcalde del pueblo.
De acuerdo a la información que he obtenido de varias fuentes mi abuelo fue alcalde de Utuado desde el 1917 al 20, del 1931-32 y finalmente del 1939 al 1940.
¿Tengo las fechas correctas?
Tengo entendido que el pertenecía al partido Unión.
¿Sabes cual era su ideología política?
¿Existen documentos firmados por el?
¿Cuales fueron sus logros más sobresalientes?
¿Existe algún archivo de documentos históricos en donde puedo conseguir fotos de el?
Tengo la mayoría de los libros del Dr. Pico que mencionan a muchos ascendentes míos pero no me acuerdo de alguno que mencionan a Buenaventura Roig Cruz.
¿Hay algún libro que comenta sobre la vida de el?
Varios de mis ascendentes fueron alcaldes del pueblo. Entre ellos se encuentran Buenaventura Roig Socies, abuelo de ascendentes fueron alcaldes del pueblo.
Entre ellos se encuentran Buenaventura Roig Socies, abuelo de Buenaventura Roig Cruz quien fue alcalde en el 1848 y el bis abuelo de Buenaventura Roig Cruz, José Colomer y Comas quien fue alcalde desde el 1838 al 1841.
Para mi seria un tesoro encontrar información sobre ellos no encontrados en los libros del Dr. Pico.
¿Sabes si existe un archivo de documentos de los alcaldes del pueblo?
¿Existen fotos o cuadros de los alcaldes de los siglos pasados?
¿Tienes algún consejo que me ayude a conseguir información sobre mis ancestros?
Un saludo afectuoso, Howard Esko Roig
Universidad de Puerto Rico
Recinto de Río Piedras
Facultad de Humanidades
Departamento de Historia
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Los Roig, Pérez y Alfonso: Su transcendencia socioeconómica y política en Utuado, 1840-1883
Edgardo E. Ramírez Rivera
Num. Est. 801-02-7153
HIST 6062
Historia de Puerto Rico s. 19
18 de diciembre de 2008
“Fue una lucha cruenta, apasionada, intensa; guerra civil en un pequeño pueblo, y el odio entre unos y otros era como un río crecido en furia devastadora.”
Aunque quizás un algo poético y exagerado, Francisco Ramos nos afirma que la pugna política que reinó en el pueblo de Utuado entre 1910 y 1914 fue una trascendental tanto a nivel político como social.
Durante cuatro años el municipio se encontraba dividido entre lopistas y cuetistas, las cuales respondían al liderato del Lcdo. Antonio de Jesús López y al del Dr. Adrián Cueto Rodríguez como disidencias del Partido Unión.
Esta pugna resultó en triunfos de partidos independientes, separaciones de barrios, motines e intentos de asesinatos entre otros.
De esta manera, las luchas electorales marcaron la vida diaria y la atención de los utuadeños, como así también la prensa y la política nacional.
Sin embargo, es pertinente que nos preguntemos cuál era el transfondo socioeconómico y político de estas personas que componían las disidencias y los conflictos.
No obstante, este estudio no busca estudiar los personajes que protagonizaron la pugna, sino sus ancestros y aquellos que estuvieron en los dos siglos, ya que de esta manera podremos conocer si los problemas que enfrentaba el municipio a principios del siglo veinte tienen sus raíces desde mediados del siglo diecinueve.
Es así que utilizando los Protocolos Notariales de Utuado y el periódico El Boletín Mercantil, se van escoger tres familias que estuvieron activos en la pugna cuetista-lopista, de las cuales podemos trazar un perfil socioeconómico y político.
Estas familias son los Roig, Pérez y Alfonso.
El perfil de las mismas nos podrá contestar varias preguntas, entre ellas:
¿Eran los disidentes del siglo XX parte de una clase dominante del siglo XIX?
¿Representaban una tradición de lucha política?
¿Existía entre ellos una tradición de pugnas familiares?
Como resultado, este estudio podrá esclarecer mucho más las múltiples consecuencias que desembocaron en la pugna política en Utuado a comienzos del siglo veinte.
Transfondo socioeconómico y político de Utuado
El hoy municipio de Utuado fue fundado por vecinos de Arecibo en el 1739.
Desde entonces hasta comienzos del siglo XIX la economía se sostenía por la agricultura, siendo la misma una producción de subsistencia.
Durante estos años se hizo sumamente difícil implantarse una economía de mercadeo.
Esto por varias razones, entre ellas Carlos Rosado en su tesis de maestría nos expone que “había escasez de capital y de mano de obra, la política económica española, competencia de mercados, la distancia de los principales puertos costeros y las malas vías de comunicación terrestre.”
Sin embargo, en los primeros cincuenta años del siglo XIX se introdujo además la ganadería, y a finales de esta primera mitad ya se contaba con frutos menores.
Aunque la primera era también para subsistencia, la segunda produjo excedentes, por lo que se abastecían pueblos como Arecibo, Ponce,
Mayagüez, Aguadilla y Adjuntas.
Ya para comienzos de la segunda mitad del siglo XIX el municipio estaba contando con una inmigración del crédito exterior de las costas hacia el interior.
Entre las razones para este movimiento se encuentra el inevitable decaimiento de la industria del azúcar y las esperanzas del alza en el café.
De esta manera el municipio se fue convirtiendo en el mayor productor del café y una de las economías más prósperas en la Isla.
Esto es afirmado continuamente por el periódico el Boletín Mercantil cuando en el 1875 se refiere a Utuado como “indudablemente el pueblo que mas ha progresado en la isla.”
…Utuado es hoy sin disputa la mejor población del centro de la provincia; su sociedad sumamente culta, y sus abundantes planteles de rico café son y serán en adelante la mejor palanca para el desarrollo del progreso material.
Como vemos, el Boletín Mercantil nos presenta un panorama de cómo era el Utuado de la época, es así que además nos dice que para llegar al municipio había que pasar 33 ríos, pero ahora en 1875, solamente había que cruzar siete.
De igual manera presenta la producción, la cual según el periódico se sostenía de “frondosos platanales, planteles de azúcar y algodón, vacas, mulas y caballos…”.
Indudablemente el municipio estaba comenzando a experimentar sus mejores momentos económicos, lo que alentó además la inmigración drástica al municipio, convirtiéndose así para finales del siglo XIX, después de Ponce, en el segundo partido con mayor población.
Para comienzos del siglo XX la economía ya había comenzado a decaer, entre otras razones debido al cambio de soberanía y el huracán San Ciriaco, eventos que limitaron la producción del café utuadeño.
En el 1910, comienzo de la pugna política, Utuado aun gozaba de ciertos privilegios que hasta el momento la localizaban entre los municipios de vanguardia, por ejemplo, era uno de catorce municipios con acueducto, uno de cinco con alcantarillado y uno de nueve con Plaza del Mercado.
Además, existían varios proyectos que prometían un mejor porvenir, entre ellos el Casino, el hospital de distrito, una fábrica de hielo y la Utuado Sugar Company.
No obstante, algunos de estos proyectos no fueron mas allá de la planificación, y otros se fueron a la quiebra rápidamente.
Por otro lado, la política municipal durante el siglo XIX estaba siendo dividida entre los criollos utuadeños y los criollos españoles.
Las familias dominantes, o sea, las de mayor estatuto social y económico, luchaban continuamente por el puesto de teniente a guerra, impulsando que alguna persona de la familia tomara el cargo y así se inclinara a los intereses familiares.
El cargo era sumamente importante ya que como nos dice el historiador Fernando Picó:
El control del oficio del alcalde o teniente a guerra aseguraba a la oligarquía utuadeña el monopolio de las funciones públicas más esenciales para la estabilidad de su poder.
El alcalde era el juez cartulario, y por consiguiente tenía la potestad de convertir en instrumento público toda transacción, desde la venta de un terreno hasta los testamentos, desde las escrituras de hipoteca hasta las cartas emancipatorias de esclavos.
Por otro lado el alcalde era el juez en los juicios de paz y de conciliación, y como tal dirimía las controversias de los vecinos, inclusive las que surgían en torno a las escrituras que él mismo había notarizado.
Es evidente que el cargo a teniente a guerra era sumamente atractivo para todas aquellas familias que deseaban mantener su hegemonía.
Como consecuencia, y a raíz de las inmigraciones de nuevos comerciantes y peninsulares, ciertos sectores familiares comenzaron a crear unos lazos matrimoniales que garantizaban la sucesión del poder económico y social, además de enfrentar “la absoluta hegemonía de los inmigrantes peninsulares y la persecución política abierta de los simpatizantes del liberalismo”.
Ya para comienzos del siglo XX la política había tomado un giro inesperado. Con la llegada de la dominación norteamericana se implantó el sufragio universal masculino.
Esto resultó en una inclusión de las masas en la política local, lo que dificultaba el que las clases dominantes estuvieran continuamente en el poder.
Sin embargo, durante la pugna política del 1910 vemos todavía ciertos apellidos que nos remiten a los tiempos de lucha política y de dominación socioeconómica.
Es así que comenzamos el estudio con Buenaventura Roig Cruz, Manuel Belén Pérez y Osvaldo Alfonso Bauza, personajes envueltos en la política del siglo XX y que representan el comienzo de este estudio.
Los Roig
En las elecciones generales del cuatro de noviembre de 1914 Buenaventura Roig Cruz, bajo la insignia de los Cuetistas Utuadeños, se convertía en el primer alcalde independiente en la isla.
Pero este logro no había tenido su historia, por el contrario, durante cuatro años había militado en los cuetistas, y en 1912 se convirtió en concejal municipal.
De esta manera fue tomando presencia en el partido estando en todo momento con el líder del partido, Adrián Cueto Rodríguez.
A la muerte de este último la asamblea cuetista no tuvo reparos en seleccionarlo como candidato a alcalde, resultando esto en su victoria en las elecciones generales.
Según Francisco Ramos, historiador utuadeño, Roig Cruz fue el que luchó y exitosamente consiguió la unificación de las dos disidencias del Partido Unión, entiéndase los lopistas y cuetistas.
Sin embargo, si analizamos la procedencia de Roig Cruz nos damos cuenta que la misma estaba cimentada en una tradición de hegemonía política y socioeconómica, lo que probablemente le facilitó el éxito que tuvo a comienzos del siglo XX.
Es de esta manera que comenzamos remitiéndonos a su abuelo paterno, Buenaventura Roig, padre.
El mismo había nacido en Cataluña en la Villa Constante. No se conoce con exactitud cuando llegó a Utuado, pero lo encontramos por primera vez consumando matrimonio el 17 agosto de 1842 con Amalia Colomer.
Esto ya es prueba de los linajes que se intentaban formar, ya que Colomer era hija del gran comerciante, teniente a guerra y catalán José Colomer y Comas.
Buenaventura Roig era mayordomo de su suegro, lo que le llevó adentrarse cada vez más en los negocios. Sin embargo, es interesante notar que Colomer y Comas muere el siete de agosto de 1842, o sea, diez días antes de la boda de su hija con Roig padre.
No sabemos si el matrimonio fue arreglado antes o después de la muerte, pero sí es una realidad el Roig se convirtiera en el sucesor económico de la familia de su esposa.
Tres años después de la muerte de su suegro, Roig aparece por primera vez en los protocolos notariales adquiriendo una estancia de 359 cuerdas en el barrio Caguana, las cuales estaban divididas en cultivos de 35 cuerdas de plátanos y café y 10 de arroz.
Como era de costumbre, el cultivo componía una parte mínima de los terrenos, ya que el resto era monte sin cultivar. Además, la estancia traía consigo 7 caballos, 5 yeguas, 40 reses de crianza, 2 yuntas de bueyes y 24 cerdos, como también una esclava.
Como último se encontraba en la venta una maquina para la elaboración del café y una casa inconclusa.
El costo de total fue de 7,000 pesos, de las cuales había pagado 600, y se comprometía a pagar 800 anuales.
Curiosamente, si consideramos que según Fernando Picó para la década de los cuarenta, cinco cuerdas cuestan cinco pesos, podríamos decir entonces que Roig pagó sobre el precio del mercado.
Es evidente que los animales y la maquinaria cuestan mucho más que las cuerdas, pero aun así suena inexplicable la suma de dinero.
No obstante, esta adquisición por parte de Buenaventura Roig marca el comienzo del interés en compraventa de cultivos y tierras.
Con este precedente llega el golpe de suerte de Roig cuando el 20 de septiembre de 1845 adquiere por arrendamiento las famosas tierras de la Hacienda San Andrés.
Aunque no le pertenecían, esto serviría de comienzo para su futura compra y por ende en su establecimiento en la hegemonía del municipio.
La hacienda contaba con plantaciones, esclavos, ganado, bestias, entre otros.
Roig debía pagar 1,500 pesos anuales por seis años. Sin embargo, probablemente obtenía muchas mas ganancias ya que además de pagar la renta del arrendamiento, debía pagar 6,400 pesos en un año por la estancia que había comprado dos meses antes.
Interesantemente, cinco días después del arrendamiento, Rosa de la Rosa, viuda de Colomer y Comas, otorga poder general de la hacienda a Roig.
Con el arrendamiento, Roig fue progresando económicamente, comprando así una mecería y pulpería por 1,600 pesos.
Aparentemente su estancia en Caguana y el arrendamiento le estaban dejando ganancias sustanciales, ya que si tomamos en consideración la renta de San Andrés y la deuda contraída con la compra de los terrenos en Caguana podemos contabilizar que habían unos gastos de 2,300 pesos anuales, esto si contar con el mantenimiento de la nueva adquisición de la pulpería.
Las ganancias sustanciales de Caguana y San Andrés son mucho mas corroborables cuando cinco años después, en el 1850, Buenaventura Roig y su concuñado Antonio Cabañas compran una quinta parte de la hacienda a Rosa de la Rosa, y una semana después, en sociedad, compran por 15,634 pesos su totalidad, convirtiéndose así en dueños absolutos de la hacienda.
De esta manera Roig entra de lleno en el ambiente comercial, ya que desde este momento es ve obligado a vender, comprar e hipotecar tierras para así mantener la hacienda y su deuda, la cual debía mil pesos anuales por seis años.
Si vemos detenidamente los negocios de Roig después de su adquisición de la hacienda nos damos cuenta que al comienzo existe una inestabilidad económica, pero luego se establece ganando cada vez mas cantidades sustanciales de dinero.
Al adquirirse San Andrés en asociación, se garantizaba una ayuda económica, por lo que el mantenimiento no recaía completamente en Roig.
Sin embargo, vemos a un Antonio Cabañas pagando una deuda de 1,000 pesos a su asociado catalán, y un año después de la asociación y adquisición de la hacienda, se encuentra en deuda con Roig y traspasa la misma a Matías Rodríguez.
No se conoce la raíz de esta deuda, pero aparentemente la falta de dinero que se le debía impulsa a Roig vender su estancia de Caguana un mes después que Rodríguez entra en la asociación.
La misma había sido su primera adquisición y por cinco años su mayor fuente de ingreso.
Interesantemente, es vendida por 3,000 pesos, 60% menos de lo que había pagado seis años antes por ella.
Esto es indicio de que deseaba vender las tierras rápidamente.
De igual forma, tres días después de su venta en Caguana, vende 417 cuerdas de los terrenos de Jayuya heredados por su esposa Amalia Colomer. Los mismos son comprados por la hermana de esta última por 1,322 pesos.
Si comenzamos a comparar los números, nos percatamos que desde el primer pago de Cabañas hasta la última venta de los terrenos de Jayuya, se suman 5,322 pesos.
Es por esto que las ventas pudieron ser producto de los esfuerzos de Roig por no perder la importante hacienda San Andrés.
Como recordaremos, Cabañas había tenido que ceder su deuda a Matías Rodríguez, lo cual repercutió en el que no hubiera mucha entrada de dinero debido a los deudores, y el mantener la hacienda ahora recaía en los brazos de Roig.
Es por esto que este último decide saldar la deuda de la hacienda, y como consecuencia se ve Roig.
Es por esto que este último decide saldar la deuda de la hacienda, y como consecuencia se ve obligado a vender sus otras propiedades.
Como resultado aúna los 5,322 para poder saldar la deuda que llegaba a 6,042 pesos. De esta forma Roig se convierte en el único propietario de San Andrés.
Los esfuerzos que muestra Buenaventura Roig por mantener la hacienda son ejemplo de su conocimiento sobre la importancia de la misma.
Al tener los terrenos le garantizó un futuro prospero y reconocimiento por todo el municipio.
Ya para 1848 había ejercido como teniente a guerra por dos meses, y después de su adquisición absoluta de San Andrés comenzó la compra de una serie de cantidad de terrenos que lo localizó como terrateniente en diez barrios distintos, además, la cantidad de tierras a su nombre sumaron a 1, 500 cuerdas.
No obstante, a la muerte de Roig en 1865 existían una serie de deudores que se veían obligados a pagarle con parte de la producción de los distintos cultivos. Sin embargo, en el 1867 con el huracán San Narciso los deudores no tuvieron como pagar lo que llevó a la viuda de Roig a comenzar a vender tierras hasta que se declara en la quiebra.
Buenaventura Roig es ejemplo por excelencia del comerciante de comienzos del siglo XIX. Desde su llegada al municipio fue parte de un importante lazo matrimonial para luego encontrarse en los importantes círculos socioeconómicos del partido.
Sus hijos se mantuvieron en una posición social privilegiada, y aunque no eran grandes terratenientes como su padre, alcanzaron formar parte de los grupos dominantes del municipio.
Es así que tenemos a su hijo mas prominente, José Roig Colomer, mejor conocido como Pepín.
Pepín Roig estuvo a cargo de los últimos terrenos de su madre mientras esta estuvo viva, lo cual presenció la caída de la hegemonía de su padre.
Sin embargo, supo como mantenerse en los altos círculos sociales cuando obtiene matrimonio con Natividad Casalduc, hija del gran comerciante Felipe Casalduc.
De esta manera se garantizaba una estabilidad económica.
Roig Colomer no tuvo mucha actividad dentro de los negocios, pero sí dentro de la política.
Militó siempre en el Partido Incondicional Español, convirtiéndose así, a mediados de la década de los setenta, en su presidente local en Utuado.
Además fungió como alcalde en cuatro términos, 1871, 1875, 1877-1883 y 1886-1887, y como ingeniero, configuró nuevamente el casco urbano, ampliándolo y trazando sus calles.
Como vemos, los Roig ocuparon posiciones privilegiadas a lo largo de tres generaciones.
Buenaventura Roig comenzó como mayordomo para terminar en uno de los mayores terratenientes en el municipio.
Todo esto garantizando sus lazos matrimoniales, y realizando las movidas correctas económicas para garantizar su hegemonía.
De igual manera, su hijo se casó con una familia prominente y comenzó a militar en la política y en el servicio público.
Es así que iba garantizando su posición social la cual se había visto amenazada por la inminente quiebra de su madre.
Sus hermanos, Buenaventura, hijo, y Juan Bautista, presuntamente no pudieron establecerse como caudillos del partido de Utuado, ya que no aparecen ni en los protocolos notariales ni en la política.
Sin embargo, el hijo de Juan Bautista era Buenaventura Roig Cruz, quien como vimos, pudo incursionar exitosamente en la política a principios del siglo XX, e interesantemente se hizo llamar Venturita, aparentemente en referencia a su famoso abuelo, lo que muestra su interés en aprovechar su transcendencia familiar para la apelación de las masas.
Los Pérez
Para las elecciones de 1910, Manuel Belén Pérez se encontraba como candidato a concejal por los Lopistas de la Unión.
El mismo ya tenía una trayectoria política en el siglo XX, ya que militó en el partido disidente Izquierdistas de la Unión, y fue candidato a alcalde por el partido.
A finales del 1909 lo encontramos firmando un acta en contra de la futura candidatura de Dr. Cueto, líder máximo de los cuetistas.
Es así que se convierte en lopista y le sirve a dicha colectividad hasta el 1914, cuando con la muerte de Dr. Cueto, se alinea con la disidencia cuetista y gana las elecciones como concejal municipal.
Este personaje es sumamente interesante ya que además de estar envuelto en la política del siglo XX, se encontraba activo en la economía del último tercio del siglo XIX, lo que nos ayuda a ver su propia formación y establecimiento en la misma.
Al contrario de los Roig, Belén Pérez no hace su entrada a la clase dominante contrayendo matrimonio con alguna familia establecida en Utuado.
Al contrario, debido a que había vivido en Arecibo, Lares y Utuado durante sus primeros veinte años de vida, se casa con una arecibeña llamada Luisa Villafañe.
Luego se traslada a Utuado al barrio Paso de Palma en donde su familia tenía varios terrenos.
Es en esta comarca en donde Belén Pérez comienza su vida de comerciante, ya que si estudiamos los protocolos notariales nos damos cuenta que todos sus esfuerzos se encuentran en acaparar bajo su poder todos los terrenos del barrio, no interesándole otras partes de Utuado.
La primera aparición de Manuel Belén Pérez en los protocolos notariales la encontramos a sólo dos años de su matrimonio, cuando da en arrendamiento veinte cuerdas en el barrio Paso de Palma.
La finca era mayormente de plátanos, y el acuerdo estimaba que se le debía pagar veinte pesos anuales.
En comparación con los arrendamientos por parte de Buenaventura Roig veinte años antes, nos damos cuenta que el pago anual es sumamente bajo.
Esto es interesante debido a que ya para esta época el café estaba comenzando a tomar auge, por lo que la regla indicaría que los precios de los terrenos fuera uno escalonado.
Este mismo año, 1870, entrega por cinco años a Don Felipe Ramón de Ribera 171 cuerdas, en las cuales se encuentra una casa, un trapiche de madera, cuatro cuerdas de caña de azúcar, veinte cuerdas de café, diez cuerdas de plátanos, cuatro yuntas de bueyes, y según el protocolo, la industria necesaria para sacar el melao.
El protocolo notarial no recoge más información sobre los arrendamientos y acuerdos de Belén Pérez, pero vemos en estos dos convenios presentados lo evidente de una tendencia a encontrar personas que trabajen la tierra, y así adquirir parte de las ganancias.
No solo esto, sino que vemos las facilidades decentes que tenían los terrenos, además de su flexibilidad en el cultivo.
Es por esto que compra en ocasiones tierras con casa para así garantizar el arrendamiento de alguna persona.
Por ejemplo, en 1877 Manuel Belén Pérez compra a Don Alejo Marín veinte cuerdas en Paso de Palma con casa y fincas por 600 pesos.
Esta venta también nos demuestra lo escalado del precio de las cuerdas, ya que como sabemos, Utuado se encuentra en pleno auge cafetalero.
Como se dijo anteriormente, la mayoría de los esfuerzos de Belén Pérez se encontraban en la compra.
Es así que lo encontramos continuamente por los próximos diez años adquiriendo todo tipo de terreno que se añada a su poderío en el barrio de Paso de Palma.
Entre sus adquisiciones se encuentran 28 cuerdas por 112 pesos, 10 cuerdas por 50 pesos y 20 cuerdas por 225 pesos.
En total los protocolos contabilizan 270 cuerdas, sin embargo, estas no tienen en cuenta los terrenos heredados que había obtenido Belén Pérez de su madre.
Esto significa que probablemente su propiedad ascendía a 300 cuerdas.
Además, como todo comerciante, no le faltaban los deudores que no pagaban cantidades considerables, como Don Hipólito Gutiérrez el cual le debe 950 pesos.
Aunque la suma no parece elevada como los terrenos de Buenaventura Roig, debemos tomar en consideración que el impacto en la sociedad podía ser igual o quizás mayor que el de Roig.
Me explico, las tierras del famoso comerciante catalán estaban dispersadas por todo el municipio, lo cual es mucho decir ya que para aquel tiempo Utuado era el más extenso de Puerto Rico,
Además, sus tierras de la hacienda San Andrés, aunque cerca del pueblo, no gozaba de un monopolio en relación a la producción para el municipio y en oportunidad de mano de obra para los trabajadores, ya que se encontraba en competencia con otras haciendas localizadas en áreas limítrofes al casco urbano.
Por el contrario, el barrio Paso de Palma se encontraba sumamente lejos del pueblo, por lo que Manuel Belén Pérez al adquirir una inmensa cantidad de terreno en un mismo lugar lo colocaba como la persona que impartía trabajo y comida.
Tanto es su deseo de adquirir los terrenos de la comarca que vende los que se encuentran lejos de Paso de Palma, como es el caso de 12 cuerdas del barrio Caonillas, las cuales vende por 200 pesos.
Además, según Francisco Ramos los terrenos de Belén Pérez eran como una comuna:
Esta hacienda era una verdadera comuna donde los agregados gozaban el privilegio de médico y medicina, aparte de substancial alimentación. Había allí carnicería, panadería, fábrica de licores, pulpería, mercería, en fin toda una unidad Político-Económica.
Es de esta manera que el terrateniente de Paso de Palma se gana una reputación de hombre proveedor y de barrio.
Como resultado, no nos debemos asombrar cuando lo vemos haciendo su entrada en la política, comenzando así en el Partido Liberal, luego en el Autonomista, y para el siglo XX ya está moviendo masas en las distintas disidencias de los izquierdistas y lopistas.
En contraste, los Pérez en general no eran de un ideal político, ya que el hermano de Belén Pérez, Eusebio Pérez, se caracterizaba por sus posturas conservadoras. Es conveniente que demos un rápido vistazo a este último ya que aporta grandemente a la hegemonía de la familia.
En Eusebio Pérez tenemos un hombre de negocios y de política activa por toda su vida.
Mientras su hermano compraba los terrenos del barrio Paso de Palma, este compraba los terrenos del barrio anexo, Jayuya.
Desde 1848 era dueño de una pulpería y mercería, y en 1849 contrae matrimonio con María Monserrate de Rivera.
Al igual que los Roig, pero al contrario que su hermano, Eusebio Pérez garantiza su posición social al casarse con la hija del antiguo teniente a guerra Miguel de Rivera y Quiñones, quienes eran la misma familia que fundó la hacienda San Andrés, y que habían participado de la fundación del municipio 100 años antes.
Fernando Picó, en su libro Contra la corriente, nos explica cómo Pérez se concentró en Jayuya desde 1860, y ya para 1899, mismo año de su muerte, era dueño de casi 4,000 cuerdas de terreno.
Desafortunadamente, todo el dinero que usó para la compra lo llevó a la deuda, lo cual con el huracán San Ciriaco no pudo saldar. A su muerte, las tierras son revocadas y vendidas.
Por otro lado, la vida política de Eusebio Pérez estuvo envuelta en conflictos y lucha por los ideales.
Como conservador, era militante del Partido Incondicional Español, y participó de las elecciones en el 1880 y 1883 como diputado provincial, las cuales salió triunfante en ambas ocasiones.
Además, la tradición oral le atribuye el comienzo del movimiento por la separación de Jayuya, ya que se resistía a pagar impuestos al municipio de Utuado, reclamando así que él pertenecía a Jayuya y no a Utuado.
De igual manera, Fernando Picó afirma que gracias a Pérez se estableció una alcaldía pedanea, el cual era el primer paso a la futura separación.
Como hemos visto, los Pérez, al contrario que los Roig, se concentran en la adquisición de terrenos de una sola comarca lejos del casco urbano, lo que les garantiza una hegemonía más sólida.
Además, vemos variantes entre los Pérez, por un lado tenemos a un Manuel Belén liberal, que no contrae lazos con una familia prominente y que se enfoca en la política activa luego de su consolidación económica.
Por otro lado se encuentra un Eusebio conservador, que contrae lazos con la famosa familia Rivera, y se encuentra activo en la política desde el comienzo de sus adquisiciones terrenales y económicas.
Es así que los Pérez nos dan distintos matices de las distintas clases de comerciantes y terratenientes en el siglo XIX.
Los Alfonso
En el 1910 Osvaldo Alfonso Bauzá se separa del Partido Unión para ser parte del partido disidente Lopistas de la Unión. En el mismo participa como candidato a la Junta Escolar local.
Aunque no es elegido, forma el Comité del Club de Conciliación el cual tenía como propósito la unificación de los cuetistas y lopistas.
El mismo es exitoso por varios meses, pero se desmantela cuando la división estaba demasiado latente en el pueblo.
Aun así Alfonso Bausa continúa su lucha y se mantiene en los lopistas hasta el fin absoluto del conflicto.
Sin embargo, al igual que Manuel Belén Pérez, este se encontraba activo en el siglo XIX, sin embargo, era reconocido más por su convicción del espiritismo y su periódico liberal titulado El Universo.
No obstante, su padre Osvaldo Alfonso Fuertes, estaba envuelto en la política y en los negocios por muchos años.
Osvaldo Alfonso Fuertes, era el notario público del municipio de Utuado, por lo que era sumamente conocido. Todas las transacciones pasaban por su escribanía, y la mayoría de los protocolos notariales que hoy día utilizamos como investigación son de su autoría.
Alfonso Fuertes residía en Arecibo, por lo que dos años después compra una casa por 300 pesos en el casco urbano de Utuado.
Aparentemente no tenía interés o dinero, pero transcurren seis años antes de que compre su primer terreno en el barrio Arenas de Utuado.
La misma consistía de 35 a 40 cuerdas, con fincas de café, plátanos y casa de habitación con maquina de descascarar café.
Esta adquisición es símbolo del deseo de los ciudadanos en entrar en el mercado del café, movida que hacían muchos utuadeños y extranjeros de otros municipios.
Es así que dos años después vende su casa del pueblo por 656 pesos.
Probablemente la venta era debido a que ya ostentaban los terrenos de Arenas, sin embargo, es interesante notar que el precio se multiplicó de 300 a 600 pesos en ocho años, lo que nos indica nuevamente el alza de la propiedad en un municipio que estaba en asenso.
Desafortunadamente no se tiene más información sobre el curso de las propiedades de Alfonso Fuertes.
No obstante, en la política Osvaldo Alfonso militaba con el Partido Liberal, lanzándose como candidato a diputado provincial en las elecciones del 1880 y 1883.
El mismo era el contrincante por excelencia de Eusebio Pérez, pero nunca pudo conseguir la victoria, siendo derrotado en ambas ocasiones abrumadoramente.
Sin embargo, en las elecciones del 1883 el Boletín Mercantil, comenzó a hacer una serie de acusaciones a su hijo Osvaldo Alfonso Bausá, que según Fernando Picó era parte de la estrategia para lograr la futura victoria.
Resulta que en su periódico El Universo Alfonso Bauzá según el Boletín Mercantil dice:
“Negamos con todas las fuerzas de nuestra alma el que Jesucristo sea Dios.”
Como es de esperarse, los incondicionales españoles arremetieron rápidamente con el planteamiento, dedicando así meses de protesta en El Boletín Mercantil, refiriéndose al periódico como uno “espiritista y ateo”.
El periódico buscó todo a su alcance para lograr la desacreditación de Alfonso Bauzá, y la censura y cierre del Universo.
Entre ellas, se recogían continuamente firmas para expresar su desagrado, las cuales sumaron alrededor de 450.
Además, se buscaban leyes que criminalizaran las palabras de Alfonso Bauzá, como lo es la ley del
“delito contra la religión, definido y penado en el num. 3. del art. 240 del Código penal.”
Como resultado se hacían marchas en las que afirmaban que:
…la fe ha revivido en estos católicos habitantes, y esta manifestación ha justificado la repugnancia con que se miran las doctrinas espiritistas y todas las que tienden al desprestigio de nuestra religión.
Finalmente, al igual que otros eventos en este estudio, no se conoce qué ocurrió con el Universo, ya que el periódico cesa de publicar sobre el tema, sin embargo, sí sabemos que Osvaldo Alfonso Fuertes, padre del propietario del Universo, pierde las elecciones frente a Eusebio Pérez.
Probablemente, al este último ganar la diputación provincial, se decide no seguir con las reclamaciones al Universo, demostrando así que quizás los intereses más que religiosos eran políticos.
Osvaldo Alfonso Bauzá no estuvo envuelto en la política hasta a principios del siglo XX, pero por un par de meses en el siglo XIX protagonizó una rivalidad en la cual, irónicamente, no se encontraba militando por ningún partido.
Los Alfonso nos muestran una cara distinta a los Roig y a los Pérez.
Estos no son familias que desean ser grandes terratenientes, o monopolizar una comarca, sino una familia profesional en la que uno es escribano y el otro periodista.
De esta manera fueron ganando el respeto de muchos y llevó a Alfonso padre a dos elecciones. Por su parte, Alfonso hijo demora en entrar en la política y no se tienen protocolos notariales del mismo, sin embargo, estuvo activo en la esfera pública con su periódico, lo cual lo ayudó a sus futuras campañas políticas.
A manera de cierre…
Las familias estudiadas en este ensayo nos muestran distintas maneras en que la sociedad del siglo XIX se establecía en un grupo dominante para así adquirir un apellido prominente que le garantizara estabilidad económica y política.
Los Roig garantizaron su estabilidad con los lazos matrimoniales y la adquisición de terrenos entre ellos una de las haciendas de mayor reputación y economía en el municipio.
Al desaparecer estos beneficios los Roig se vieron obligados en incursionar en la política, resultando la misma en un éxito.
Los Pérez, se ocuparon mayormente en la adquisición de todos los terrenos de una comarca en particular, lo que les llevaría a monopolizar el comercio y el trabajo del área y finalmente ser exitoso en la política.
Por último, los Alfonso dejaron su huella en la escribanía y el periodismo, terminando al igual que las otras familias en la política, convirtiéndose la misma en el paso final hacia una vida prominente.
Además, no es un secreto que al establecerse cada persona socio económicamente se le abrían las puertas para el éxito político.
Es así que al tener en cuenta este estudio podemos afirmar que hasta el momento muchos de los protagonistas de la pugna política cuetista-lopista representan unas familias dominantes en la historia del municipio las cuales no son olvidadas por el utuadeño.
Además, las tres familias participaron en la política en sus respectivas épocas, cimentándose así en la tradición familiar.
Es interesante como algunas familias se encontraron en cada generación, ya que tenemos a un José Roig Colomer colaborando con Eusebio Pérez en la causa conservadora y un Osvaldo Alfonso Fuertes en pugna con Pérez por el cargo de diputado provincial.
Finalmente, gracias a los esfuerzos de estas familias sus generaciones próximas al menos contaban con un apellido que les brindaba unas oportunidades únicas, aunque sí es cierto que cada generación tuvo que encontrar y luchar por un camino que le diera estabilidad socioeconómica.
Al menos vemos como ya para el siglo XX estas familias gozaban de una reputación que facilitaron sus selecciones a concejal y alcalde.
No obstante, habría que continuar identificando familias para así trazar un perfil a cada una y poder constatar completamente que la pugna fue liderada por aquellos que estaban activos en el siglo XIX. Pero esto es material para otro estudio.
Fuentes consultadas
Fuentes primarias:
– Actas municipales de Utuado Protocolos Notariales de Utuado
– Periódico El Boletín Mercantil
– Periódico La Correspondencia
– Periódico La Democracia
– Protocolos Notariales de Utuado
Fuentes secundarias:
Picó, Fernando. Al filo del Poder. Río Piedras: Edición de la Universidad de Puerto Rico, 1993.
____________, Amargo café. Río Piedras: Ediciones huracán, 1981.
____________, Contra la corriente: Seis microbiografías de los tiempos de España. Río Piedras, Ediciones
huracán, 1995.
____________, Libertad y Servidumbre en el Puerto Rico del siglo XIX: Los jornaleros utuadeños en
vísperas del auge del café. Río Piedras: Ediciones huracán, 1979.
Ramos, Francisco. Viejo Rincón Utuadeño. Farmacia Central: Utuado, 1946.
Rosado Ruiz, Carlos. Grupos dominantes: hacendados y comerciantes en al antiguo partido de Utuado,
1850-1868. Río Piedras: Universidad de Puerto Rico, 1986.
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The following are notes from Professor Ivan Collazo Jr. coordinator of Sociedad por la Historia de Utuado:
Horizontes – Buenaventura Roig Cruz
En las últimas semanas, nos dimos a la tarea de explicar brevemente un conflicto político que se suscitó en Utuado en las primeras décadas del siglo 20. El farmacéutico Antonio De Jesús López y el Dr. Adrián Cueto, fueron las figuras que escenificaron el mismo.
A tenor con sus apellidos, sus respectivas facciones, que surgen en el seno del Partido Unión, llevaron el nombre de lopiztas y cuetistas. Ambos grupos fueron responsables de la división ideológica de nuestro pueblo.
Cueto y López, llegaron a ser alcaldes a pesar de no ser utuadeños, ya que se habían integrado plenamente a nuestro entorno.
Como recordarán, Antonio De Jesús López nunca fue elegido por voto popular, sino que ocupa el cargo por sustitución, en cambio Cueto llegó al poder gracias al sufragio.
En medio de esta contienda, Cueto funda un partido independiente conocido como “Cuetistas Utuadeños”, pero fallece antes de las elecciones.
Su partido gana en Utuado en 1914.
Debemos preguntarnos:
¿quién lo releva en el cargo y quien asume el liderato de la facción cuetista?
Gracias a diversas fuentes podemos constatar que fue Buenaventura Roig Cruz la persona llamada a suceder al Dr. Cueto.
El Viejo Rincón Utuadeño de Francisco Ramos, así como el historiador Edgardo Ramírez Rivera quien es experto en el tema, han sido instrumentales para la preparación de este segmento.
Agradecemos a nuestro amigo Howard Esko Roig, quien es nieto de Don Buenaventura, que nos haya provisto datos íntimos y biográficos de su abuelo, para así tener una dimensión más completa de este personaje.
Y reconocemos las aportaciones del compañero Damián Lorenzo Cruz Negrón en el presente análisis.
¿Quién fue Buenaventura Roig Cruz?
Ante todo un administrador: ya que fungió como alcalde, empresario, agricultor, bombero, gerente comercial y empleado público en las esferas municipales, estatales y federales.
Además tuvo la responsabilidad de mantener a una familia numerosa de 10 hijos.
Su nombre completo era Antonio Buenaventura Roig Cruz.
Su fecha de nacimiento data del 16 de enero de 1884, pero algunas fuentes señalan la fecha de 1883 y el Viejo Rincón establece el 1886.
Su certificado de bautismo reitera el año de 1884.
Fue bautizado en abril 27 de 1884 en la Parroquia San Miguel de Utuado por el Fraile Sebastián Maldonado.
Su padre fue Juan Bautista Roig Colomer (hermano de Don Pepín Roig) y su madre era Ana Cruz Cortés.
Tuvo 6 hermanos: José, Luis, Miguel Ángel, Rosa María, Basilisa y Ana. Sus padrinos fueron Felipe Casalduc y Rosa Roig Colomer, personas destacadas en la vida utuadeña.
Aunque su nombre bautismal es Antonio Buenaventura, por lo regular aparece en los libros como Buenaventura o simplemente como Ventura.
Este personaje, como muchos otros, tuvo diferentes condiciones jurídicas respecto a su ciudadanía que siempre nos gusta detallar: nace ciudadano español, luego se convierte en “nacional” de los Estados Unidos, y finalmente adquiere la ciudadanía norteamericana en 1917, la cual ostenta por espacio de 24 años hasta su deceso.
Ventura era menor cuando llegan los norteamericanos a Puerto Rico, ya que contaba con solo 15 años de edad y muere cuando Puerto Rico todavía no elegía su gobernador ni poseía su constitución interna.
Algunos contemporáneos de Ventura fueron: los poetas Jesús María Lago y Jorge Francisco Figueroa Maestre, el escritor Ramón Juliá Marín, el pintor, arquitecto y cronista Julio Tomás Martínez, el educador Manuel Palop Soler, y el músico, arquitecto y masón Juan Ramos.
La diferencia de edad entre ellos era mínima.
Respecto a sus camaradas políticos, Ventura era un poco menor que ellos.
Cueto lo sobrepasaba por 7 años y De Jesús López por 9.
Buenaventura Roig Cruz, es el sucesor del Dr. Adrián Cueto en la poltrona municipal.
Ante el trágico y mortal accidente que sufre Cueto varios meses antes de las elecciones de 1914, Ventura ocupa el cargo por voto popular a través del partido independiente “Cuetistas Utuadeños”.
Por tanto, 74 años antes de que el Negro Ortiz ganara en 1988 la alcaldía de Cabo Rojo por medio de un partido independiente, ya en Utuado habíamos experimentado el fenómeno.
Pero debemos destacar, que a pesar de este dato revelador, Utuado no fue el primer pueblo en tener un alcalde independiente como afirmaba Pedrito Hernández.
El libro “Historia de los Partidos Políticos en Puerto Rico” de Bolívar Pagán, así como el historiador Edgardo Ramírez, prueban que en nuestro país antes de 1914, ya habían partidos independientes que desafiaron exitosamente el poder hegemónico de los partidos tradicionales logrando ocupar algunas alcaldías.
Este dato no debe pasar desapercibido, en un país como el nuestro que lamentablemente vive inmerso en una partidocracia, la cual es una versión aberrada de la democracia en donde el gobierno y las funciones públicas son dirigidos por los partidos en el poder y no por el pueblo soberano.
Comerciante
Antes de convertirse en alcalde, Ventura se había desarrollado como empresario.
Sus destrezas comerciales le tuvieron que haber servido en sus funciones públicas ya que la administración, es una ciencia, pero también un arte.
No todos los servidores públicos desarrollan ambas habilidades. Pero Ventura es descrito como una persona de inteligencia natural, dinámico, simpático, generoso, desprendido y hábil.
En las fotos se le observa elegantemente vestido y era un hombre alto y con gran presencia.
Ventura llegó a laborar para Felipe Hormachea, quien era dueño de uno de los negocios más prósperos de Utuado.
Se dice que el carisma de Ventura era el alma del establecimiento.
Eventualmente, Ventura decide independizarse y junto a sus hermanos José y Luis, funda “La Puertorriqueña”.
Pero el negocio pasó a otras manos, debido a que Ventura comenzó a entusiasmarse con la política local debido al conflicto entre lopiztas y cuetistas.
Años más tarde, Ventura regresa al establecimiento de Hormachea, su antiguo patrono, que para ese entonces operaba legalmente bajo el nombre de “Hormachea y Villar”.
De vuelta a este comercio, llegó a ocupar el puesto de Director, hasta que el huracán San Felipe que azotó nuestros campos el 13 de septiembre de 1928 (durante nuestras Fiestas Patronales) hizo quebrar la agricultura local y de paso nuestro comercio.
Cualquier planificación económica y agrícola en Utuado tiene que tomar en cuenta los huracanes para poder elaborar medidas preventivas de supervivencia financiera.
Ventura no limitó su actividad de negocios al comercio, sino que también se introdujo en la agricultura, particularmente en el cultivo del tabaco al cual dedicó varios años.
El tabaco, la caña y el café eran los mayores cultivos de nuestros campos en las primeras décadas del siglo 20.
Al día de hoy, podemos encontrar fotos antiguas con los sembradíos de tabaco y personas mayores que nos narran como el granizo afectaba las hojas del cultivo.
Utuado tuvo cooperativas tabacaleras.
Gracias al tabaco, nuestra ciudad recobró, por un tiempo, su auge económico y las mujeres pudieron insertarse en el mundo del trabajo remunerado, más allá del espacio doméstico.
La mano de obra femenina se concentraba en el despalillado de la hoja.
Este capítulo de nuestra historia laboral, merece una investigación profunda, para hacerle justicia a estas mujeres obreras.
Varios años después de que Ventura vendiera su establecimiento conocido como “La Puertorriqueña”, acepta laborar en una finca de Don Rafael Herrera en el área de El Jobo (cercana a la carretera 10 en dirección hacia Arecibo).
Dice Francisco Ramos, que esta gran finca “se convirtió en un emporio de riqueza”. Pero las guerras, al igual que los huracanes, quiebran la economía.
La Primera Guerra Mundial afectó adversamente la producción agrícola, particularmente el precio del tabaco, el cual era el principal cultivo de la finca de Herrera.
Esto provocó que Ventura regresara al casco urbano.
Politico
Respecto a su actividad política, Ventura se inicia en esta faena para el año de 1912 a la edad de 28 años.
Dos años más tarde, en 1914, sería postulado como alcalde.
Ventura fue testigo de la pugna entre cuetistas y lopiztas.
Siendo el Dr. Cueto alcalde electo de nuestra ciudad, Ventura se convierte en su hombre de confianza o “principal lugarteniente” como expresa Francisco Ramos.
Un ascenso vertiginoso en el ámbito del poder.
Por esa razón, cuando fallece Cueto en un confuso accidente, Ventura era la persona llamada a dirigir a los cuetistas ante la desaparición de su líder principal.
A la edad de 30 años Ventura se convierte en alcalde, luego de haber sido candidato por el partido independiente “Cuetistas Utuadeños”.
Según Edgardo Ramírez, los cuetistas independientes desaparecen como grupo tres años más tarde para la fecha de 1917.
Se le atribuye a Ventura encauzar la conciliación entre lopiztas y cuetistas, que originalmente eran facciones del Partido Unión.
Ventura logra esta armonía con una serie de reuniones con el liderato de ambos bandos, entre los que se encontraba el propio Antonio De Jesús López. De este modo se disipó una lucha política que mantuvo dividido a nuestro pueblo por muchos años.
Ventura fue elegido por una amplia mayoría y se dice que como alcalde rindió buenos servicios.
Fungió como alcalde electo entre 1915 y 1919.
En ese ínterin se convierte en ciudadano estadounidense por virtud de la Ley Jones.
Es curioso saber, que los líderes políticos puertorriqueños desde alcaldes, delegadas a la cámara y hasta el propio Comisionado Residente ocupaban dichos puestos, hacían política pública y manejaban un presupuesto sin ser ciudadanos de los Estados Unidos.
Otro dato curiosos, es que Ventura fue alcalde de Utuado en tres ocasiones y nunca fue elegido por mujeres.
En Puerto Rico el sufragio femenino se efectúa por primera vez en 1932. Antes de esa fecha, las mujeres, a pesar de ser ciudadanas, no podían votar en las elecciones ni mucho menos ocupar cargos electivos.
Cuando Ventura se postula en 1914, las mujeres no votaban. Cuando regresa a la poltrona municipal fue por sustitución y por tanto no llega por medio del voto.
Nunca sabremos si tenía el favor del sufragio femenino.
Cuando Ventura regresa como alcalde entre 1930 y 1932 lo hizo en relevo de Norberto García quien había renunciado al puesto.
Cuando nuevamente administra el municipio entre 1938 y 1940 también lo hace en sustitución de Manuel Moreda quien abandona la poltrona para regresar a su finca.
Por tanto, Ventura fue alcalde en tres ocasiones, una de ellas por voto popular y dos como reemplazo.
En todas las veces, fue para suceder a otra figura que ya sea por muerte o renuncia, no podía seguir ocupando el puesto de alcalde.
Esto nos brinda una idea de la confianza que ostentaba esta figura ante su electorado.
Ventura perteneció a varias colectividades políticas: Partido Unión, Cuestitas Utuadeños, Partido Liberal y la Alianza.
Posiblemente era autonomista o independentista si observamos las tendencias de cada colectividad.
Fue alcalde por los Cuetistas Utuadeños y por el Partido Liberal.
Hizo campaña por el Partido Unión y por la Alianza Puertorriqueña pero nunca ocupó puesto algún por medio de los mismos.
Se dice que como alcalde, Ventura fue muy efectivo y que atendía a los pobres.
Fundó el primer parque de bombas de Utuado, organizando y entrenando al cuerpo de bomberos del cual era jefe.
También instauró la Guardia Estadual en 1917, en el contexto de la Primera Guerra Mundial.
Cuando expira su primer término en el ayuntamiento para el 1920 contaba con 36 años y fue substituido por Manuel Pérez Soto, que fue un destacado líder y hasta una calle honra su memoria (aquella donde ubica la Cooperativa de Ahorro y Crédito).
No deja de ser irónico que siendo los Roig tan instrumentales en el desarrollo y progreso de nuestra ciudad, no hayan sido rescatados del olvido.
Ningún edificio o espacio público lleva este apellido a pesar de que al menos tres miembros de esta familia han sido alcaldes: el español
Buenaventura Roig Socies, José Pepín Roig Colomer y Buenaventura Roig Cruz. Roig Socies fue abuelo de Ventura y Pepín Roig era su tío.
Ventura proviene de un importante linaje de alcaldes. Los Roig son oriundos de un pequeño pueblo de nombre Constant, localizado en la provincia de Cataluña, España.
Existen algunos paralelismos con su tío Pepín. Ambos eran criollos nacidos en Utuado, fueron alcaldes en diversos términos, promovieron la infraestructura local y murieron con dificultades económicas.
Debemos destacar que Ventura estuvo enfrascado en un incidente que por poco le cuesta la vida.
La manera en que se desarrolló el mismo parece increíble.
En las postrimerías de 1916, cuando ya fungía como alcalde a la edad de 32 años, le dispararon en dos ocasiones.
Una de las balas lo alcanzó en el pecho, pero un reloj de bolsillo le salvó la vida.
No queda claro si este percance estuvo motivado por rencillas políticas.
El asesinato político (o su tentativa) se ha escenificado en Utuado en varias ocasiones como el caso de aquel líder socialista que es asesinado por Miguel Ángel García Méndez (o su chofer), cerca de donde hoy se encuentra el Banco Popular, la masacre de los nacionalistas en el 1950 en la calle Washington, y posiblemente la muerte de Cueto a manos de los lopiztas y el atentado contra Ventura.
Cuatro acontecimientos que no deben pasar desapercibidos por los historiadores ni por la ciudadanía, para comprender los extremos de la contienda política.
Ventura, además de alcalde, comerciante y agricultor, fue empleado municipal, estatal y federal.
A finales de la década del 20 ocupó el cargo de Director de Obras Públicas de Utuado y tuvo una labor destacada en la reconstrucción del acueducto que había sido destruido por el Huracán San Felipe.
Durante 3 años, entre 1933 y 1936 laboró con los programas federales para la infraestructura y la agricultura conocidos como la PRERA, la FERA y la PRAA.
Durante el año 1939, realizó varias gestiones significativas en su último término como alcalde: contrató un empréstito para realizar obras necesarias como la construcción de un nuevo acueducto, la reparación de la plaza Municipal (diseñada originalmente por su tío) y la construcción de varios edificios escolares.
También tuvo a su cargo la celebración de las fiestas del bicentenario de la fundación de Utuado el 12 de octubre de 1939. Por eso en la publicación del bicentenario, que es nuestro primer libro de historia local en el siglo 20, verán una foto de su persona junto a sus empleados municipales.
Cuando Ventura era alcalde en esta época, Don Francisco Ramos, autor del Viejo Rincón y del Bicentenario, fungía como Presidente de la Asamblea Municipal.
Ambos se conocieron, fueron amigos y juntos entregaron el municipio en el 1941 de manera diplomática ante el triunfo de sus rivales políticos del recién creado Partido Popular Democrático.
Por tal razón, Don Francisco prodiga 5 páginas de su libro a su camarada Ventura. Luego de esta derrota, Ventura tuvo dificultades económicas pero consigue un sencillo puesto en el Departamento del Interior.
Al tiempo enferma y fue recluido en el Hospital de Distrito de Arecibo, pero solicita trasladarse a sus montañas utuadeñas.
Entonces fallece, relativamente joven a la edad de 58 años. De este modo culmina la vida de un hombre polifacético, que estuvo casado con su prima Amalia Beatriz Roig Rivera, con quien tuvo 9 hijos: Luisa Beatriz, Rosa María, Héctor Manuel, Ana Áurea, Olga Amalia (la madre de nuestro amigo Howard), Roberto, Buenaventura, Emma y Silvia.
También reconoció a otro hijo de nombre José. Para casarse, Ventura necesitó una dispensa papal que consiguió gracias a los esfuerzos de su abuela Amalia Colomer.
Para cerrar este segmento, deseo traer algunas notas pintorescas que me ha contado su nieto Howard.
Dicen que el entierro de Ventura fue bien concurrido.
Frank Espada, el famoso fotógrafo de la diáspora, es uno de sus descendientes y alega haber visto una foto que prueba la magnitud del evento.
El féretro de Ventura no cupo en su cripta y fue enterrado en la tumba de su gran amigo Simplicio Colón.
Se dice Ventura residió en la hermosa Casa Maldonado (al lado de Me Salvé) y que era sonámbulo.
Solía soñar que su esposa le era infiel con el sacerdote y que cargaba una pistola para matarlo.
También se comenta que les salvó la vida a varios niños que estuvieron a punto de ahogarse.
Los animamos a que compren y lean el poemario de su bisnieto Martín Espada, que lleva por título “La Tumba de Buenaventura Roig”, para que disfruten de una impresión lírica de este importante personaje, el Rey Midas de la administración utuadeña: Buenaventura Roig Cruz.